Espectáculo nuevo 2017

« Ayude-me »

Es la historia del encuentro de dos vagabundos en una plaza.

Un espectáculo de teatro de calle creado para la calle.

Photos: Marion Colard. Maison de la Création de NOH, avril 2017.

Critica aparecida en la revista C!RQenCapitale

AIDE-MOI (Ayude-Me)

Par la Compagnie Che Cirque

Catherine Makereel

¿Qué de más simbólico, cuando practicamos el arte de calle, que hacer un espectáculo sobre la calle? ¿Qué mejor embajador que el acróbata, destinado a mostrarse vulnerable en la pista, para evocar a los sin techo, condenados a una vida precaria sobre la vereda?

Este emisario de un tipo particular es el argentino Juan Cersosimo. Este clown-vagabundo por mas que pida limosnas, es finalmente él que nos enriquece al final del show. Tenemos que confesarlo, sin embargo, que tuvimos algunas dudas al principio sobre el buen gusto de toda esta historia. Mientras que llega en escena con una pierna ortopedica hecha con una vieja rueda desinflada , de una fabricacion bruta, nos reímos un poco incomodos.

¿Cómo podemos reírnos de los dramas que conocemos que son muy reales en otros lugares? En un francés mezclado con acento eslavo, que se refiere inconscientemente a los romaníes, nuestro mendigo trata de llevarnos por los sentimientos y termina por engañar al público con sus joyas de pacotilla. Sin ningun escrúpulo, hace venir a unos cuantos espectadores para traficar fotos de familia o, peor aún, roba dinero en la gorra de su compañero de desgracia, bajo los abucheos divertidos del público. En este punto ya estamos seriamente escépticos en la idea de hundir clichés oscuros de una cierta miseria proveniente de los Países del Este.

Luego, imperceptiblemente, el tono cambia. Por debajo de su vieja frazada, el miserable vecino, que duerme en un banco público, resulta ser una marioneta totalmente adorable, y nuestro crapula de mendigo termina cuestionando la indiferencia colectiva hacia los indigentes sin techo. Entre las acrobacias en bicicleta – un pequeño toque de circo en un espectáculo que es sobre todo de teatro de calle – Juan Cersosimo hace pedalear sobretodo nuestro corazón con este encuentro entre dos vagabundos, uno joven y dinámico y el otro viejo y cansado.

Creada por Valentin Périlleux, esta marioneta por mas que este hecha con harapos, libera una ternura en oro. En la pista de Che Cirque, los accesorios salen de la basura, los números se hacen con trozos de cartón, la poesía sale de los intersticios de la calle y es precisamente este arte de pequeñas cosas lo que hace un gran todo. En la imagen del final, donde un juego simple en las palabras resume todo el sentido del espectáculo. Un poco de ayuda en este mundo de brutos.

Nuevo video promocional de « Ayude-Me » 2017

Gracias al Estudio Soma de Buenos Aires por toda su creatividad y profesionalismo!!!

Critica aparecida en la revista C!RQenCapitale (oct-nov-dec) 2017

AIDE-MOI (Ayude-Me)

Par la Compagnie Che Cirque

Catherine Makereel

¿Qué de más simbólico, cuando practicamos el arte de calle, que hacer un espectáculo sobre la calle? ¿Qué mejor embajador que el acróbata, destinado a mostrarse vulnerable en la pista, para evocar a los sin techo, condenados a una vida precaria sobre la vereda?

Este emisario de un tipo particular es el argentino Juan Cersosimo. Este clown-vagabundo por mas que pida limosnas, es finalmente él que nos enriquece al final del show. Tenemos que confesarlo, sin embargo, que tuvimos algunas dudas al principio sobre el buen gusto de toda esta historia. Mientras que llega en escena con una pierna ortopedica hecha con una vieja rueda desinflada , de una fabricacion bruta, nos reímos un poco incomodos.

¿Cómo podemos reírnos de los dramas que conocemos que son muy reales en otros lugares? En un francés mezclado con acento eslavo, que se refiere inconscientemente a los romaníes, nuestro mendigo trata de llevarnos por los sentimientos y termina por engañar al público con sus joyas de pacotilla. Sin ningun escrúpulo, hace venir a unos cuantos espectadores para traficar fotos de familia o, peor aún, roba dinero en la gorra de su compañero de desgracia, bajo los abucheos divertidos del público. En este punto ya estamos seriamente escépticos en la idea de hundir clichés oscuros de una cierta miseria proveniente de los Países del Este.

Luego, imperceptiblemente, el tono cambia. Por debajo de su vieja frazada, el miserable vecino, que duerme en un banco público, resulta ser una marioneta totalmente adorable, y nuestro crapula de mendigo termina cuestionando la indiferencia colectiva hacia los indigentes sin techo. Entre las acrobacias en bicicleta – un pequeño toque de circo en un espectáculo que es sobre todo de teatro de calle – Juan Cersosimo hace pedalear sobretodo nuestro corazón con este encuentro entre dos vagabundos, uno joven y dinámico y el otro viejo y cansado.

Creada por Valentin Périlleux, esta marioneta por mas que este hecha con harapos, libera una ternura en oro. En la pista de Che Cirque, los accesorios salen de la basura, los números se hacen con trozos de cartón, la poesía sale de los intersticios de la calle y es precisamente este arte de pequeñas cosas lo que hace un gran todo. En la imagen del final, donde un juego simple en las palabras resume todo el sentido del espectáculo. Un poco de ayuda en este mundo de brutos.

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